Preguntas frecuentes

Nuestras preguntas frecuentes presentan información sobre temas de interés para los padres y madres de bebés amamantados. No toda la información puede ser pertinente para el estilo de vida de tu familia. Esta información es de naturaleza general y no pretende ser un consejo médico o de otro tipo.

Para recibir más información y apoyo, recuerda que puedes acudir a nuestros grupos de apoyo (consulta la programación aquí), escribirnos al correo contacto@lllcolombia.org o comunicarte con alguna de nuestras líderes voluntarias

Si amamantar es tan natural, ¿por qué no se hace naturalmente?

Amamantar es realmente un arte que se aprende. Algunos bebés van directo al pecho y nunca tienen ningún problema; pero muchas de nosotras hemos necesitado un poco de ayuda.

Si durante el parto se ha utilizado medicación, se han realizado intervenciones o se han separado madre e hijo tras el nacimiento, es posible que los reflejos instintivos del bebé para amamantarse estén alterados y estos efectos pueden durar días o incluso semanas.

Muchas madres han logrado superar estos primeros días difíciles por medio de la posición “crianza biológica”, método bautizado así por la partera comadrona y doctora británica Suzanne Colson.

Reclinarse y dejar que la fuerza de gravedad sujete al bebé es algo tan viejo como la propia humanidad. De esta manera se aprovechan los instintos naturales de ambos para amamantar.

Madre y bebé necesitan tiempo para desarrollar esta habilidad de amamantar. Puede que tarden un poco, pero lo conseguirán. La clave radica en tener paciencia y contar con ayuda experimentada de una líder de la Liga de la Leche o un profesional con formación actualizada en lactancia humana.

Fuentes: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 103-108.

¿Es posible que mi bebé amamantado esté estreñido? ¿Necesita un laxante?

Es normal que las deposiciones(defecaciones) de un niño que amamanta disminuya en frecuencia cuando el calostro, que tiene propiedades laxativas, se haya ido completamente de la leche de la madre. No hay porqué alarmarse si las deposiciones no son frecuentes; no es necesario darle al bebé laxantes, jugos de frutas ni ninguna otra “ayuda”.

Durante las primeras semanas los bebés hacen 3 o más deposiciones diarias y son una señal de que ingiere suficiente leche. Alrededor de las seis semanas, algunos bebés espacian sus deposiciones por varios días, incluso hasta una semana o más. Este cambio repentino tiende a alertar a la madre, y aunque los expertos aún no se ponen de acuerdo para explicar la causa, si el bebé está activo, sano y sigue aumentando de peso, esto se considera normal, ya que cuando finalmente hace la deposición, esta es de consistencia blanda, por lo general muy abundante y no de consistencia dura, como cuando el bebé está estreñido.

Si el bebé se pone incómodo e irritable cuando se prepara para evacuar, darle el pecho puede aliviarlo. Si lo rechaza, puede ayudar ponerlo en posición vertical o en cuclillas, moverle las piernas como si pedaleara, o hacerle un masaje suave en la barriga. También puede intentar sentar al bebé en la bañera con agua tibia.

Fuentes: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, página 204.

Una vez que se introducen los sólidos en la dieta del bebé amamantando, en torno a los seis meses de edad, sí habrá muchos cambios. Las deposiciones tendrán un olor más fuerte y diferente color y consistencia. Incluso es posible que experimente estreñimiento o diarrea, lo que podría indicar que no tolera un alimento nuevo (por ejemplo, alimentos con hierro añadido, cereal de arroz o fórmula infantil). Se debe ofrecer el pecho antes de ofrecer el alimento complementario, para asegurarse que el bebé reciba el alimento más nutritivo, como es la leche materna.

Fuente: https://www.llli.org/breastfeeding-info/constipation/

¿Puedo quedar embarazada si estoy amamantando?

Sí, una mujer puede quedar embarazada durante el periodo de amamantamiento. Sin embargo, puedes usar el amamantamiento como parte de la técnica de planificación familiar.

Muchas madres experimentan un tiempo de retraso en la fertilidad durante la lactancia. Esto es muy común y se conoce como el Método de Anticoncepción de Amenorrea y Lactancia MELA. Su efectividad puede ser hasta de un 98 a 99% si se dan las tres premisas siguientes:

  1. El bebé tiene menos de seis meses.
  2. No se han reanudado las reglas o menstruaciones.
  3. El bebé toma pecho exclusivamente, sin horarios, y no recibe ningún otro líquido o alimento, ni siquiera agua.

Este método encierra una lógica biológica clara. Un bebé que obtiene todo su alimento día y noche de su madre no está preparado para compartirla y el organismo de la madre no está preparado para emprender otra tarea de marcada intensidad.

La mayoría de las madres que amamantan reanudarán sus períodos entre 9 y 18 meses después del nacimiento de su bebé.

Si se deseas emplear otro tipo de método anticonceptivo es conveniente evitar los métodos hormonales durante al menos seis meses, debido a los efectos potenciales en la producción de leche.

Fuentes: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 220-221.

Estoy embarazada y todavía amamanto a mi niño más grande, ¿debería destetarlo ahora?

Si estás embarazada no estás obligada a destetar a tu niño. Muchas madres deciden seguir amamantando durante el embarazo y otras deciden destetar. Si decides destetar a tu niño, es más fácil ir poco a poco, recuerda que puede ser difícil para tu niño.

El embarazo rara vez requiere destete. Alrededor de tres de cada cuatro madres lactantes experimenta dolor en los pezones al principio del embarazo, y más de la mitad empiezan a inquietarse e impacientarse cuando amamantan durante el embarazo. La mayoría experimenta, además, un descenso significativo de la producción de leche. Todo parece indicar que la madre naturaleza antepone las necesidades del nuevo bebé, aunque la lactancia durante el embarazo no afecta negativamente al feto. Algunas mujeres optan por solucionar su inquietud o el dolor; otras optan por destetar el hijo mayor; algunas destetan al niño y reanudan más adelante la lactancia: los sentimientos y reacciones son muy diversos. Sigue tu instinto, cada situación es diferente.

Puede haber casos en que sea necesario destetar al lactante por el bien del embarazo, pero son extremadamente raros. La preocupación en tales casos suele ser que la oxitocina liberada al amamantar estimule las contracciones uterinas e inicie el parto prematuramente. Pero poco se advierte sobre el orgasmo, y con él se libera aún más oxitocina. A las mujeres con historial de partos prematuros se les puede desaconsejar la práctica del sexo, el orgasmo y la lactancia durante el embarazo, pero la prohibición de mantener relaciones sexuales suele ir dirigida a evitar alteraciones mecánicas del cérvix. Al fin y al cabo, incluso una gran alegría provoca la liberación de oxitocina. Estamos diseñados para que nuestro útero no detecte bien la oxitocina (porque no desarrolla muchos receptores de oxitocina) hasta horas antes del alumbramiento. Y si definitivamente lo quieres destetar, hacerlo a un ritmo natural facilita las cosas. Acude a un grupo de apoyo de la Liga de la Leche o consulta con una líder las diferentes opciones para destetar.

Fuente: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 393-398.

¿Cómo debo almacenar la leche humana?

Se recomienda lavarse las manos, envasar la leche en recipientes que hayan sido lavados con agua caliente jabonosa y enjuagados, fechar los recipientes y refrigerarla una vez haya sido extraída.

La leche humana fresca no es como la leche de vaca, de cabra o de fórmula. Contiene células vivas que combaten activamente los patógenos. Incluso congelada, la leche humana conserva todas las propiedades nutricionales que necesitan los bebés y, según el período de tiempo de congelación, sigue conservando sus propiedades anti infecciosas, incomparables con las de otros productos lácteos. Por tanto, merece la pena almacenar la leche extraída para maximizar todas estas cualidades.

  • Recipientes para la conservación de la leche

Si la leche es para alimentar a un bebé sano nacido a término, se puede guardar en cualquier recipiente limpio, pero la mayoría de mujeres utilizan botellitas o bolsas desechables fabricadas para tal efecto.

Para evitar toxinas es mejor usar recipientes que no estén fabricados con bisfenol A, un disruptor endocrino, identificado con un código de reciclado con el número 3 o 7. Una alternativa más segura es el polipropileno, suave, translúcido y con código de reciclado con el número 5 o las letras PP en la base del recipiente. Se pueden evitar los riesgos potenciales del plástico utilizando envases de vidrio. No uses bolsas de plástico desechables que no sean específicas para la conservación de leche humana. Otros tipos de plástico son menos duraderos y pierden líquido y algunos plásticos pueden incluso destruir los nutrientes que contiene la leche.

Para no volverte loca, marca con la fecha las bolsas o envases de leche. Si el bebé va al jardín de infantes, escribe también su nombre en la bolsa. Un consejo aprendido con la experiencia: si usas bolsas es más fácil escribir cuando están vacías, no llenas. ¡Usa tinta resistente al agua!

  • Cómo almacenar la leche

Cuando la leche está en los recipientes elegidos se pueden hacer  tres cosas: dársela enseguida al bebé, guardarla en el refrigerador o congelarla.

La leche extraída se mantiene fresca mucho tiempo, pero cuanto más reciente sea cuando el bebé la toma, de más propiedades nutricionales e inmunológicas se beneficiará.  La leche refrigerada contiene más propiedades anti infecciosas que la congelada.

La leche que lleva dos semanas congelada conserva más propiedades anti infecciosas que la que lleva dos meses en el congelador. Lo mejor es enfriar la leche inmediata después de extraerla y refrigerarla si no es posible dársela  al bebé en las dos horas siguientes. Recuerda que incluso la leche congelada durante meses es superior a la de fórmula.

  • Para dársela enseguida al bebé

La leche se conserva fresca durante al menos cuatro a ocho horas a temperatura ambiente, aproximadamente a 22°C. Cuanto más calor, menos tiempo se conservará, pero no es necesario correr a guardarla en la nevera si el bebé que la tomará está sano y nació a término. Si te extraes a primera hora de la mañana, puedes dejar la leche a quien cuide al bebé para la primera toma de la mañana. No hace falta refrigerarla y conservará el máximo nivel de nutrientes y protección contra gérmenes.

Si el bebé no se toma toda la leche, se puede conservar en la nevera y dársela en la siguiente toma. Suele contener nuevas bacterias que han llegado a través de la saliva del bebé, lo que disminuye el número de horas que un recipiente previamente usado puede conservarse fuera de la nevera. ¿Cuántas horas? No se han llevado a cabo estudios sobre el tema, por lo que no podemos darte una cifra, pero si se conserva en la nevera hasta la siguiente toma, la leche servirá. Si la leche es fresca, las células vivas que contiene se encargarán de eliminar los gérmenes.

Incluso en la leche que ha sido congelada, descongelada y parcialmente usada, los gérmenes se desarrollarán con mayor lentitud que en la leche de fórmula.

  • Leche para refrigerar

Se puede conservar la leche de diferentes sesiones de extracción en un mismo recipiente si se refrigera la leche acabada de extraer antes de mezclarla con la del recipiente, así se añade leche fría a la leche fría. La leche acabada de extraer se conserva en la nevera por lo menos de tres a ocho días. Si la mujer trabaja, esto significa que es fácil evitar llevar leche congelada al jardín de infantes. La leche que no se vaya a utilizar puede congelarse para su uso posterior.

  • Calentar la leche refrigerada

El mejor método para calentar la leche refrigerada antes de dársela al bebé consiste en poner el recipiente bajo el grifo de agua caliente unos minutos o sumergirlo en un recipiente con agua calentada (no en exceso). No calientes la leche directamente en el fuego porque puede recibir demasiada temperatura. No utilices el horno microondas porque puede dejar zonas muy calientes de las que no se percatará y que pueden provocar quemaduras graves al bebé.

No te preocupes si la leche se ha separado en dos capas al refrigerarla, es normal. Esto ocurre incluso con la leche de vaca fresca (la que venden en las tiendas suele ser homogeneizada para evitar esta separación). La capa superior es la nata y la inferior es el suero, mézclalas suavemente para redistribuir la grasa antes de dársela al bebé. Uno de los componentes valiosos de la leche humana son los ácidos grasos de cadena larga, y si agitas la leche enérgicamente para mezclarla, puedes romper algunas de esas cadenas. No es nocivo, pero pierde valores. Mézclala con suavidad y no te preocupes si no parece bien disuelta.

Tampoco te apures por el color de la leche, que puede variar según los alimentos que ingieras, pero no afecta en forma negativa su calidad en absoluto. Recuerda que si el bebé mamara directamente no verías el color de la leche.

  • Leche para congelar

La leche se expande al congelarla, por tanto, no llenes los recipientes hasta el tope de su capacidad si piensas congelarlos. De hecho, lo más acertado será llenar cada recipiente con 60 ml de leche. El bebé probablemente ingiera de 60 a 120 ml en cada toma, por lo que así se desperdiciará menos leche si se conserva en estas cantidades. Puedes mezclar la leche refrigerada con leche previamente congelada: recuerda que no pasa nada si añades leche fría a leche fría. Coloca la leche en medio del congelador, lejos de la puerta y los lados, ya que la temperatura puede fluctuar en estas zonas.

Si decides congelar la leche en bolsas para tal efecto, tal vez sea buena idea hacerlo usando dos bolsas (la exterior no tiene que ser específica para este uso) y colocándolas en posición horizontal para ahorrar espacio, o vertical dentro de un recipiente con cierre para minimizar las quemaduras provocadas por las bajas temperaturas y para evitar el mal sabor. Usa la leche más antigua antes para evitar que pase mucho tiempo congelada.

  • Cortes de electricidad

Si tienes la mala suerte de que se produzca un corte de suministro eléctrico o se estropee el congelador, la leche seguramente estará buena hasta dos días si el congelador está lleno de alimentos, o un día si está medio lleno (si los alimentos están juntos, se mantienen congelados más tiempo). Si el congelador es un compartimento dentro del refrigerador, es posible que se descongele más deprisa. Si pones hielo en el congelador, la leche estará congelada por más tiempo.

En los países con estaciones o fríos extremos, si la temperatura exterior es inferior a cero grados puedes conservar la leche en la nieve o a la sombre, pero no la dejes al sol porque podría descongelarse aunque la temperatura del aire sea fría. Mientras el centro siga congelado, se puede volver a congelar.

  • Descongelar la leche

Lo más adecuado es descongelar la leche en la nevera dejándola en su interior toda la noche o ponerla bajo el grifo de agua fría, aumentando poco a poco la temperatura del agua para que alcance la temperatura apropiada para su ingestión, que suele ser cuando se nota tibia, pero no caliente, al verter una gota en la parte interior de la muñeca. Otra opción es calentar la leche descongelada como se indica en el apartado “calentar la leche refrigerada”. Incluso es posible que no sea necesario calentarla: a algunos bebés les gusta la leche fría.

  • Almacenar la leche descongelada

Le leche descongelada puede conservarse en el refrigerador hasta veinticuatro horas. La que no se use en ese término de tiempo, debe desecharse.

  • ¿Es necesario esterilizar los accesorios y envases?

La leche humana fresca mata casi todas las bacterias, virus y hongos con los que entra en contacto, de modo que no es estrictamente necesario esterilizar el sacaleches, ni los envases. Suele bastar con lavarlos bien con agua caliente y jabón. Si dispones de lava vajillas, lava ahí las copas y envases de vez en cuando.

No se deben esterilizar las partes que no entran en contacto con la leche, como diafragmas o pistones, pues al someterse a altas temperaturas pueden fundirse. Si tienes que lavarlos, hazlo a mano.

Para secar los tubos rápidamente ubícate en un lugar sin muebles, mascotas ni otras personas y sacúdelos dibujando círculos: la fuerza centrífuga hará salir el agua por lo extremos. Si queda humedad en su interior, conecta el tubo al sacaleches, ponlo en marcha y deja que se seque.

  • Duración de la leche almacenada destinada a un bebé sano nacido a término
Lugar Temperatura Tiempo Observaciones
Habitación 19 – 26 °C 4-8 horas Los recipientes deben estar tapados y conservarse lo más frescos posible; si se tapa el recipiente con una toalla húmeda, la leche se mantendrá más fresca
Bolsa térmica -15 – 4°C 24 horas Los acumuladores de frío deben estar en contacto con los recipientes de leche; abrir la bolsa solo si es indispensable.
Refrigerador 4°C 3-8 días Extraer la leche con cuidado para que no se contamine. Conservarla en la parte central trasera de la nevera.
Compartimento para congelar del refrigerador -15°C 2 semanas Conservar la leche alejada de los lados y hacia la parte trasera del congelador, donde la temperatura es más constante.
Compartimento congelador del refrigerador con puerta separada -18°C 3-6 meses La leche almacenada más tiempo del indicado suele estar buena, pero algunas grasas se descomponen con el tiempo.
Arcón congelador -20°C 6-12 meses

Fuente: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 380-385.

¿Los pezones planos o invertidos afectan el amamantamiento?

Afortunadamente ninguno de los dos tipos de pezones son un obstáculo para el amamantamiento, ya que el bebé realmente forma el pezón. Las dificultades que puedan presentarse, generalmente, son causadas por el mal manejo de la lactancia después del parto y no por las características de los pezones.

Todas somos diferentes y la mayoría no nos parecemos a las mujeres que salen en videos de lactancia. Al bebé le encantará nuestra forma, sea cual sea. Pero los bebés que son separados de la madre para recuperarse de un parto medicado, o que se acostumbran a tetinas artificiales, pueden tener más dificultades. A continuación hallarás información útil sobre las variaciones más comunes.

Los pezones planos son, en realidad, pezones cortos. El bebé los encontrará por su textura, sabor y olor, buscándolos en el lugar del contorno del pecho, donde suelen hallarse. Puedes frotarlos para que se hagan más prominentes, o usar el dedo índice para empujar desde abajo y hacer salir más el pezón.

Mientras madre e hijo aprenden es importante evitar el uso de biberones, porque las tetinas artificiales son más largas y no son como los pezones maternos. Cabe la posibilidad de que el bebé acabe prefiriéndolas porque son más fáciles de chupar. Si nada parece funcionar, puedes recurrir al uso de una pezonera, pero hazlo bajo la asesoría de un experto con el fin de utilizarla adecuadamente.

Algunos pezones no son cortos; simplemente lo parecen si los pechos están ingurgitados (muy congestionados). Si este es tu caso, intente aplicar la técnica para ablandar la mama con una presión suave, presione con los dedos índices estirados a ambos lados de la base del pezón, donde se situarán las encías superior e inferior del bebé. Puedes hacerlo con más de un dedo si lo prefieres, sobre todo en la parte donde el bebé colocará la mandíbula inferior. Presiona el tiempo que dura una canción de cuna y después ofrece el pecho al bebé inmediatamente. Presiona con las puntas de los dedos de una mano, con las uñas cortas, rodeando la base del pezón, para dejar cinco pequeñas hendiduras.

Los pezones invertidos se hunden en lugar de sobresalir. Puedes intentar amamantar después de manipular el pezón con la mano. Algunos se corrigen por sí mismos durante el embarazo. Usar el sacaleches brevemente antes de amamantar también puede ser útil. Si el pezón no sale, la lactancia será más complicada. Pero recuerda que solo se necesita un pezón para amamantar.

Son habituales otras formas de pezón. Si tienes el pezón ovalado en lugar de redondo, intenta que al agarrarse el bebé la dimensión más larga quede de extremo a extremo de su boca. Si tiene la boca demasiado pequeña para el pezón al principio, ya crecerá. Hasta entonces, puede que no sea capaz de extraer demasiada leche porque no puede alcanzar los conductos galactóforos del pecho, por tanto, no crecerá solo con la leche que reciba el bebé. Pero el tiempo está de tu parte. Extráete leche a mano o con el sacaleches para mantener la producción y alimentarlo bien, y la boca y los pezones enseguida encajarán.

El bebé puede empezar a tomar el pecho bien, meses después de nacer. Como dijo una líder de la LLL: “Ahora, necesitamos mantener la producción de leche y alimentar el bebé. Más adelante ya nos ocuparemos de los utensilios”.

Fuente: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 479-482.

Amamantar a un bebé adoptivo. ¿Es posible amamantar a un bebé así no haya estado embarazada?

No haber estado embarazada no tiene efecto en la capacidad de producir leche.
Muchas madres adoptivas pueden inducir la lactancia con masajes y con el uso de un extractor. La clave para todo esto es que mientras más estimulación recibe el pecho – del bebé o del sacaleches – mayor es la probabilidad de que la madre produzca más leche. Se trata de una técnica conocida como inducir una lactancia, que puede parecer algo incomprensible, pero es el concepto que utilizan muchas culturas para alimentar los bebés cuando la madre muere.

Para lograr esta tarea difícil se debe tener un fuerte deseo por amamantar, estimular el pecho y un entorno familiar que brinde apoyo y amor al binomio lactante. Se habla de altas posibilidades de lograrlo, algunas estadísticas señalan 36% de éxito con LME y 64% restante complementa con alimentación para bebés.

Si requieres ayuda para amamantar a un bebé adoptado, contacta a una líder de la Liga de la Leche.

Fuentes: (Arte femenino de amamantar - LLLI -pag 445 y 446 / Manual práctico de lactancia materna 2da edición pag 116 y 117 / albalactanciamaterna.org Dar el pecho a un bebé adoptado)

¿Si estoy enferma, puedo seguir amamantando a mi bebé?

En la mayoría de los casos, sí. Una de las bondades de la leche materna es que si la madre está enferma, cuando su cuerpo produce anticuerpos para combatir la enfermedad, éstos pasan a su bebé por medio de la leche, lo protege y le da capacidad de combatir la enfermedad.

¿Por qué de repente mi bebé quiere tomar el pecho todo el día?

Es normal que los bebés pidan el pecho a cada rato, los bebés no tienen un horario regular para comer como los adultos. Una razón principal de los “días de mayor frecuencia al pecho” es que tu bebé esté pasando por un período de crecimiento y el tiempo extra que pase en el pecho asegura que la provisión de leche se incremente para satisfacer las necesidades del niño durante la siguiente etapa de crecimiento.

¿Cómo coloco a mi bebé para amamantarlo?

Ubícate en una posición cómoda, coloca a tu bebé cerca de ti, su boca y su nariz deben estar frente a tu pezón. Sostén tu pecho con tu mano abierta y asegúrate de que tu bebé abra la boca ampliamente y acércalo a ti, para que pueda abarcar con su boca la mayor parte de la areola. Tanto madre como bebé deben estar en una posición que les sea cómoda. El bebé necesita un buen apoyo, si se está acostada la gravedad se encargará de ello. Si está sentada, sujétale la espalda y los hombros por detrás y recuerda que su barriga debe estar en contacto con la tuya. La mandíbula inferior del pequeño tiene que coger bien el pecho. La madre puede sujetarse el pecho o levantarlo, pero manteniendo una distancia para que la mandíbula del bebé pueda hundirse en la mama, con la cabeza algo reclinada hacia atrás para que la mandíbula quede adelantada. Mantén los dedos alejados del lugar donde el mentón y la mandíbula del bebé deben estar.

Fuente: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 110-111.

Estos videos te ayudarán a posicionar a tu bebé al pecho de forma correcta.

¿Cómo puedo incrementar mi cantidad de leche?

Darle el pecho todas las veces que tu bebé lo quiera ayudará a aumentar tu cantidad de leche. Tu pecho trabaja bajo la ley de la oferta y la demanda: entre más “le diga” el bebé al pecho que haga más leche, más leche producirá.

La cantidad de leche que se extraiga de los pechos ahora indica a los mismos la cantidad que tienen que producir. El bebé puede tomar pecho todo lo que le apetezca. Entre más succión más producción. Es normal que el bebé mame una hora o más en cada toma los primeros días y es preciso ofrecerle los dos pechos. Siempre y cuando sea un lactante activo y motivado dale el pecho todo el tiempo que lo pida. Están encargando leche abundante para el futuro.

Fuente: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, página 133.

No se recomienda el uso de medicamentos ni infusiones de plantas, como el hinojo, para aumentar la cantidad de leche. Una buena técnica y permitir a tu bebé que mame a demanda, deberán ser suficientes para producir el alimento que necesitas. El hinojo se ha utilizado para tratar los cólicos del lactante y como galactogogo, pero en realidad no hay pruebas de que aumente la producción de leche. De hecho, el exceso de consumo ha provocado letargia, vómitos e hipotonía en dos lactantes y en sus madres (Rosti 1994). Por ende, las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones o actuar como disruptores endocrinos si se consumen en cantidad o tiempo exagerados.

Tomado de http://www.e-lactancia.org/breastfeeding/fennel/product/

Para mamás que necesiten aumentar de manera rápida su cantidad de leche, existe una técnica llamada “extracción poderosa”. Se recomienda en las siguientes situaciones:

El bebé ha perdido peso de forma excesiva, y se le va suplementar con la leche materna humana extraída.

La madre decide establecer la lactancia tras de un periodo sin amamantar.

Madres de bebés prematuros o enfermos ingresados en el servicio de neonatología a las que se les solicite un rápido aumento del suministro de leche materna en poco tiempo para sus bebés.

Bebés en huelga de lactancia transitoria, mientras se supera la huelga y el bebé nuevamente tome del pecho, de esta manera se suministra leche extraída de manera diferida.

La extracción poderosa “consiste en hiperestimular el pecho con sacaleches, preferiblemente doble, realizando extracciones de 10 minutos en total (5 minutos por pecho si el sacaleches no es doble) cada hora o cada 45 minutos durante al menos veinticuatro horas y dejando un descanso nocturno no superior a las cuatro horas. Lo normal es que en las primeras extracciones los resultados sean nulos o mínimos”.

Para más información visitar el siguiente link: http://albalactanciamaterna.org/lactancia/tema-3-manejo-de-la-leche-materna/como-conseguir-una-rapida-produccion-de-leche-materna-la-extraccion-poderosa/

¿Cómo sé si mi bebé está recibiendo suficiente leche?

Unas buenas señales para saber si tu bebé está recibiendo suficiente leche son: el aumento de peso y los pañales mojados y sucios. El niño debería mojar entre 5 y 6 pañales desechables y hacer, por lo menos, 2 deposiciones diarias. Tener en cuenta también el aumento de peso y talla.

Durante los primeros días se produce la primera leche llamada calostro, que consiste en unas cuantas gotas de color amarillo o transparente. Es un alimento altamente nutritivo e importante para el sistema inmunológico del bebé. Las tomas deberán ser entre 8 a 12 veces en un período de 24 horas. Esta lactancia frecuente en los primeros días ayuda a la producción de leche por la estimulación constante en los pechos. Así se garantiza que el bebé reciba la leche que necesita.

Entre el segundo y cuarto día se produce la “bajada de leche”, y entonces es normal sentir los pechos muy congestionados y con sensación de abundancia. Se recomienda seguir dando el pecho a libre demanda, lo que permitirá al bebé seguir ganando peso y crecer de manera saludable.

Igualmente, se deben observar varios aspectos que nos mostrarán que el bebé está recibiendo suficiente alimento:

  • El bebé parece estar contento y satisfecho después de la alimentación, y suelta el pecho por su propia cuenta. Sus manos pueden estar en puños antes de la alimentación, y poco a poco durante la toma los va relajando hasta quedar abierta sus manos.
  • Las heces del bebé tiene una transición a amarillo con una textura suelta (el bebé debe tener 3-4 deposiciones al día).
  • El bebé ensucia el pañal y aumenta de peso; la cantidad de pañales mojados y sucios debería aumentar día a día durante la primera semana o diez días.
  • Adicionalmente, es importante tener en cuenta su aumento de peso, el comportamiento del lactante, y el estado entre las tomas”.

Fuentes: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 154-155.

¿Cuándo va a dormir toda la noche mi bebé?

Así como no puedes saber cuándo tu bebé va a sonreír por primera vez o a empezar a hablar o a decidir no tomar siestas en las mañanas, no hay forma de predecir cuándo va a dormir toda la noche. Como en cualquier desarrollo significativo en los niños, tu bebé puede ser más precoz o tardío que otros bebés en desarrollar nuevas habilidades.

En las primeras semanas, recuerda que tu bebé puede no obtener el suficiente alimento si duerme toda la noche. Los bebés amamantados necesitan recibir leche materna por lo menos de ocho a doce veces cada 24 horas; normalmente cada dos o tres horas. La mayoría de los bebés gradualmente va durmiendo por periodos más largos durante la noche, pero aun así los bebés necesitan el alimento nocturno por varios meses más.

Podrás haber escuchado que darle cereal a tu bebé en las noches logrará que duerma más tiempo. Esto simplemente no es verdad. El sistema digestivo, todavía no maduro de un bebé, no está listo para alimentos complementarios hasta algún momento a mediados del primer año; y los alimentos sólidos dados demasiado pronto pueden lastimar el estómago del bebé.

Estar despierto durante la noche puede hacer que las madres (y los padres) se sientan cansados durante el día. Especialmente durante las primeras semanas, trata de tomar una siesta cada vez que tu bebé lo haga. Resiste la tentación de usar el tiempo en el que tu bebé toma la siesta, para ponerte al corriente con las tareas pendientes. Pon a un lado todas las tareas no indispensables del hogar, y diles a tus amigos y familiares que te pueden ayudar trayéndote comida, llevando recados o limpiando la casa. Recostarte cuando le das pecho a tu bebé también puede ayudar a que obtengas un poco más de descanso.

Muchas madres sienten que tener al bebé cerca toda la noche hace que estén menos cansadas. A lo largo de la historia, tradicionalmente los bebés y las mamás han dormido juntos. La idea de que un bebé debe de estar completamente solo en una cuna es bastante nueva. Muchos han encontrado que “el sueño compartido” (también llamado “la cama familiar” o “colecho”) es una buena forma de satisfacer las necesidades nocturnas del bebé con pocas interrupciones al sueño de los padres. Darte la vuelta para amamantar a tu bebé y regresar tranquilamente a dormir es mucho más fácil (y calientito en el invierno) que salirse de la cama, ir a la cuna, sentarse para amamantar al bebé y después luchar para que ambos se vuelvan a dormir.

Algunas autoridades en la materia creen que los padres necesitan enseñar a sus bebés a consolarse ellos mismos cuando se despiertan en la noche, y algunos llegan incluso a sugerir un tiempo que los padres permitan a su hijo llorar antes de responder al llanto. Aunque dichos métodos pueden funcionar para algunas familias, muchos otros padres y madres han encontrado mucha tranquilidad en seguir sus instintos y responder al llanto de sus bebés. Recuerda que los ciclos de sueño de los bebés son muy diferentes que los de los adultos, y un bebé necesita despertarse durante la noche con el fin de obtener suficiente alimento.

¿Cuál es el papel del padre del bebé amamantado?

El apoyo y la motivación del padre pueden ser vitales en el éxito de la lactancia, sobre todo en los primeros meses. Otro aspecto importante consiste en la formación de un vínculo de amor entre el padre y el niño. Un padre no necesita dar un biberón para formar este vínculo; pero sí necesita invertir tiempo cargando, amando, jugando y relacionándose con su hijo.

Para que exista la lactancia materna en la especie humana, en principio hacen falta por lo menos dos cosas, una madre dispuesta a ofrecer su “oro” blanco y un bebé. Bien, lo anterior es el mínimo indispensable, pero aun teniéndolo, puede que surjan dificultades que podrían impedir que la lactancia materna salga adelante con éxito, y que no transcurra todo lo bien que sería deseable. Estas dificultades las pueden vencer madre e hijo con empeño, información y un deseo firme de seguir adelante, pero todo es mucho más fácil y las probabilidades de éxito aumentan cuando existe la figura del “soporte”. Esta figura puede ser desempeñada por un familiar, una amistad o cualquier persona, e incluso no existir. Pero quien puede ejercer ese papel de una manera decisiva es el padre. El padre que ejerce como soporte es una figura principal junto con la madre y el hijo/a. Para que un padre sea el soporte ha de implicarse tanto en aspectos emocionales como dedicando el tiempo necesario que esta situación precisa. Si contamos con una madre, un hijo y un padre-soporte tenemos lo que se conoce como triángulo de la lactancia, que hará que las probabilidades de éxito de la lactancia aumenten considerablemente. El ser padre-soporte y formar un triángulo de la lactancia es algo que los padres no deberían dejar pasar y es una experiencia muy enriquecedora y placentera tanto a nivel individual, para todos sus miembros, como a nivel familiar.

Fuente: https://es.scribd.com/document/360202038/Liga-de-la-Leche-El-Rol-del-Padre-en-la-Lactancia-Materna-pdf

¿Qué puedo hacer si mis pechos chorrean leche?

Mientras que no a todas las madres les escurre leche del pecho, muchas madres observan que, sobre todo en los primeros meses y mientras se está estabilizando la producción de leche, lo pechos chorrean. Dado que algunas mujeres gotean leche del seno que no están ocupando cuando su bebé está tomando del otro lado, puede ser de ayuda usar una toalla o pañal limpio para absorber la leche. También existen protectores tanto desechables como de tela que se utilizan adentro del sostén para ayudar a atrapar la leche entre cada toma (o usted puede hacerlos con varias capas de tela de pañal o utilizar pañuelos de hombre doblados). Es bueno evitar aquellos protectores que tienen plástico ya que atrapan la humedad contra la piel delicada del pezón y la irritan causando pezones adoloridos. Cambie los protectores a menudo en vez de usar plástico.

Podrá reducir al mínimo el problema del goteo tratando de no saltarse mamadas y tratando de no extender el tiempo entre cada toma más de lo usual. Si siente el "reflejo de bajada" de la leche en una situación cuando no pueda alimentar al bebé inmediatamente o si no tiene al bebé cerca, el poner presión ligera sobre el seno a menudo podrá evitar que se la leche fluya. Esto se puede hacer de forma discreta cruzando los brazos sobre su pecho y poniendo un poco de presión. El usar blusas que tengan diseños de diferentes colores es una buena idea ya que cualquier mancha de leche no será tan obvia como con una blusa de color liso. Probablemente observará que conforme pasa el tiempo goteará menos leche o casi nada. Esto no significa que se le fue la leche, sino que su cuerpo está regulando la producción de leche para adecuarse a las necesidades individuales de su bebé.

¿Existe alguna técnica para amamantar gemelos?

Hay dos posiciones en las que puedes colocar a tus bebés si quieres amamantarlos a la vez. Una es de frente con las piernas de los dos cruzadas como haciendo una X. Los bebés deben estar frente a ti, tratando que sus pechos estén frente a tu pecho o pegados a tu cuerpo. La otra se logra poniendo dos almohadas al lado de tu cuerpo, una de cada lado, y poniendo a las bebés con sus piernas para atrás.

En un inicio puedes amamantar a cada bebé por separado, adaptándote a su personalidad y necesidades específicas, mientras consigues aprender a amamantar a dos bebés al mismo tiempo; cuando te sientas segura puedes intentar añadir al segundo cuando el primero se ha agarrado. Puedes amamantarlos en la posición de rugby (sus cabezas juntas y sus piernas debajo de tus brazos), o de frente en la posición tradicional, con las piernas de los dos cruzadas (como haciendo una X). Ten presente que la creatividad y flexibilidad son ahora tus mejores aliadas pues no hay una posición correcta ni incorrecta de amamantar a tus bebés, siempre y cuando consigan la leche que necesitan.

Fuentes: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, página 434.

¿La Moniliasis será lo que causa dolor en mis pezones?

Si tienes dolor profundo y constante en los pezones o en el pecho después de varias semanas o meses de una lactancia cómoda, tu bebé y tú pueden haber contraído moniliasis (el mismo hongo que causa las infecciones vaginales, “Cándida Albicans”). La presencia de este hongo en nuestro cuerpo es normal, pero, en un ambiente húmedo y azucarado, aumenta y genera molestias a algunas mujeres.

La moniliasis (o candidiasis, producida por el hongo Cándida Albicans) se manifiesta con un dolor intenso y punzante hacia el interior del pecho que no se presenta desde el inicio de la toma sino que aumenta progresivamente a lo largo de ésta, y que se mantiene o incluso aumenta después que el bebé ha soltado el pecho. (Tomado de Manual práctico de lactancia materna, Pág. 82) En ocasiones, el pezón puede adquirir un aspecto rosado y brillante, a veces acompañado de piel escamosa; la boca del bebé también puede presentar aftas. La presencia de este hongo en nuestro cuerpo es normal, provoca dolor solo cuando existe en exceso, y esto puede suceder cuando se han tomado antibióticos o cuando los niveles de hierro son bajos. Si crees que tienes este tipo de infección, consulta con tu médico; si aún después de recibir tratamiento, el problema persiste, puede tratarse de una infección bacteriana que requiera antibióticos formulados. (Tomado de El arte femenino de amamantar, Pág. 494). Sin embargo, y dado que el diagnóstico de este cuadro suele ser empírico, y los cultivos para el diagnóstico son difíciles e inciertos, se ha pensado que la moniliasis no es la causa real del dolor, y que por el contrario puede tratarse de infecciones bacterianas o síndrome de Raynaud (Tomado de Manual práctico de lactancia materna, Pág. 82); algunos estudios recientes indican que no es ésta la causa del dolor intenso y profundo en las mamas, pues en los casos estudiados no se encontró este hongo en los conductos mamarios (la glándula mamaria no es un ecosistema adecuado para su crecimiento), y concluyen que puede deberse en cambio a una infección bacteriana (estafilococos o estreptococos)

Tomado de Alba Lactancia: http://albalactanciamaterna.org/lactancia/tema-2-como-superar-dificultades/candidiasis-de-pezones/

Mi bebé de repente se rehúsa a mamar. ¿Será que ya es hora de destetar?

Un bebé que está realmente listo para destetar lo hará de manera gradual sobre un período de semanas o de meses. Si tu bebé ha estado tomando bien el pecho y de repente se rehúsa a mamar, es muy probable que esté en “huelga”; pero no significa que sea el momento para destetar. Las “huelgas” son reacciones temporarias a un factor externo, que pueden ser molestas; sin embargo, en la mayoría de los casos, tu bebé tardará en regresar al pecho entre dos y cuatro días.

La causa de la huelga puede ser física (nariz congestionada, dolor de oído, por ejemplo), emocional (tal vez por cambios en su entorno familiar, o porque hubo un ruido fuerte que lo asustara mientras se amamantaba), o ambiental (cambios en tu olor por un nuevo perfume o detergente, cambio de sabor en la leche). Es un momento difícil para ambos, a veces no se logra dar con la causa exacta y aunque se identifique y se resuelva el bebé puede seguir negándose a lactar. Tu bebé solo necesita un poco de tiempo, mientras tanto puedes extraerte para mantener la producción y evitar obstrucciones, y puedes intentar amamantar en una posición diferente, o mientras el bebé esté dormido, cambiar el lugar donde amamantas, o cantarle y arrullarle mientras tienes el pecho disponible para la toma; tu bebé tardará en regresar al pecho entre dos a cuatro días.

(Tomado de El arte femenino de amamantar, Pág. 490-491).

¿Con qué frecuencia debo amamantar a mi bebé?

La Academia Americana de Pediatría plantea que los recién nacidos deben tomar el pecho de 8 a 12 veces cada 24 horas, esto equivale a amamantar tu bebé cada 2 o 3 horas.
Sin embargo, cada bebé es diferente y algunos parecen necesitar estar constantemente en el pecho, mientras que otros tienen intervalos mayores entre tomas. Como madre, puedes seguir las pautas que te dé tu bebé siempre y cuando esté tomando suficiente leche.

La frecuencia en la que amamantas no tiene una única regla. Esto se debe a que la frecuencia y duración varían de acuerdo a la etapa y edad en la que se encuentre tu bebé. Vamos a suministrarte una información que te va a guiar de acuerdo a estudios y experiencias de madres lactantes.

Para que la lactancia funcione, las señales de tu bebé y tu instinto serán la clave, así como olvidarse del reloj. ¿Cómo así olvidarse del reloj? ¿Qué pasa si lleva mi bebé bastante tiempo en el pecho o bastante tiempo lejos de él?

He aquí algunas guías: durante los primeros días y semanas el bebé puede tomar el pecho todo lo que le apetezca (a demanda). Si no le han medicado, puede ser amamantado una hora o más en cada toma cuando está recién nacido. Si fue un parto medicado y el bebé se encuentra somnoliento, necesitará motivación. Mientras tu hijo sea un lactante activo y motivado, dale pecho siempre que lo pida. Los bebés activos que están con la madre tienden a mamar más de las 8 o 12 veces al día según la Academia Americana de Pediatría, con siestas intercaladas. Otros datos reportan que durante los primeros 2 días de vida se amamante durante 10 minutos en una toma cada 30 o 40 minutos.

No te preocupes si tu bebé se duerme en el pecho o si se juntan dos o varias tomas, esto asegurará que su producción vaya en aumento. Aunque parezca un tiempo muy demandante, recuerda que hoy no es siempre y a medida que pasen las semanas la frecuencia en las tomas será menor y se irá regulando con el tiempo. ¡Paciencia y ánimo!

Fuentes: El arte femenino de Amamantar, Liga de la Leche, páginas 133-153. Libro de respuestas, Liga de la Leche, páginas 26-27.

¿Qué cantidad de alcohol puede ser perjudicial para mi bebé si estoy amamantando?

En muchos países se bebe cerveza y vino en forma habitual, y estas bebidas muchas veces son recomendadas para aumentar la producción de leche aunque su efectividad nunca ha sido demostrada. Una dosis de 0.5 gramos por kilo materno por un día no causa problemas al bebé; dosis de 1 gramo por kilo y por un día o más, deprimen el reflejo de eyección (expulsión) de la leche y pueden causar coma alcohólico en el bebé. Lo que puedes hacer es beber con moderación y hacerlo lejos de las tomas del bebé.

Algunas madres consumen alcohol mientras amamantan y suele ser inofensivo si se consume con moderación. Aunque el Comité de medicamentos de la Academia Americana de Pediatría considera el alcohol compatible con la lactancia, también se describen posibles efectos secundarios cuando se consume en grandes cantidades, tal como somnolencia, sueño profundo, debilidad, disminución en crecimiento lineal, ganancia de peso anormal. Adicionalmente, se ha notado que "una ingesta materna diaria de 1g/kg disminuye el reflejo de eyección de la leche".

En efecto, el alcohol se halla presente en la leche en la misma medida que se halla en la sangre y el nivel sube y baja del mismo modo. Si conoces el nivel de alcohol que se encuentra en sangre, sabrás el nivel que tiene en la leche. No obstante, los bebés no metabolizan el alcohol tan bien como los adultos y cuando hay alcohol en la leche parecen tomar menos cantidad de lo habitual. Si a esto se le añade la bajada lenta de la leche como resultado del consumo de alcohol, es evidente que se pone en peligro la producción de leche y el crecimiento del bebé si se bebe copiosamente y con asiduidad. Para la madre, puede llegar a disminuir su capacidad de estar alerta y responder eficientemente ante las necesidades del bebé.

Si deseas minimizar el alcohol ingerido por tu hijo, intenta amamantando justo antes de tomar una bebida alcohólica: tu leche se habrá desecho del alcohol en dos o tres horas.

Fuentes: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, página 466. Libro de respuestas, Liga de la Leche, páginas 596-597.

¿Cuáles son los trastornos menstruales al estar amamantando, y es normal la ausencia de la menstruación en este período?

La lactancia materna confiere cierto grado de infertilidad normal, por esto muchas mujeres gozan de la falta de menstruación por varios meses mientras continúan su lactancia. Este es uno de los beneficios menos conocidos de la lactancia materna que le permite a tu cuerpo recuperarse del nacimiento de tu hijo.

Después del parto, las madres que amamantan de manera exclusiva (es decir, sin dar agua al bebé, otros alimentos o leche artificial) y el bebé toma el pecho con frecuencia, incluyendo al menos una toma nocturna, es muy probable que no experimenten el retorno de la regla dentro de los seis primeros meses. Esta situación es completamente normal debido al efecto hormonal durante la lactancia. Algunas madres tardan incluso más tiempo y lo consideran como un beneficio adicional de la lactancia.

En adición a esto, el efecto de la lactancia materna en la fertilidad es considerada una manera natural de prevenir un embarazo inmediatamente seguido. De esta manera, la madre puede dedicar su atención exclusiva al bebé que ya tiene y darle al cuerpo el chance de recuperarse del proceso del parto y embarazo. En países desarrollados, una etapa espaciada entre la llegada de los hijos puede ser crucial para la supervivencia tanto de la madre como del bebé.

Si bien es posible que una madre lactante quede embarazada mientras está amamantando y antes de que tenga su primer período menstrual, es raro. La mayoría de las mamás no quedan embarazadas hasta después de su primer período (a menudo referido como el "período de advertencia"). Incluso después de eso, mientras que algunas pueden quedar embarazadas el primer periodo, otras requerirán meses de ciclos antes de que ocurra el embarazo. Otras pueden no poder quedar embarazadas hasta que se haya producido el destete completo (aunque esto es una situación bastante rara).

Fuentes: El arte femenino de amamantar, Liga de la Leche, páginas 39, 248, 249. Libro de respuestas, Liga de la Leche, páginas 421-426. https://kellymom.com/ages/older-infant/fertility/

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